NARRACIONES
DE LA ÉPOCA DE LA HACIENDA
Colaboración:
Santiago Delgado Sánchez
Antes del año 1930, tanto en la sierra como en las haciendas y
otros pueblos no se conocía el plástico, se tomaba el café en pozuelos o tetes,
estos eran vasos confeccionados de las astas de las reses, se les hacía fondo
de madera y luego los lustraban y así se formaba vasos y copas, los tetes eran
de calabazas llamadas cermas, estas eran cortadas por la mitad. En estos
utensilios se tomaba agua, desayuno y yonque. Se cocinaba en ollas de barro, el
café o chocolate se hervía en cántaros. Para lavar la ropa se usaba las bateas
hechas de madera, se confeccionaba bateas chicas para lavar los platos o mates,
cucharas de madera, etc. todo alimento agrícola no se fumigaba ni se abonaba
con fertilizantes, se usaba el abono orgánico.
En los pueblos los
domingos no faltaban las bandas, salían cuatro hombres tocando un tambor y uno
pregonaba dando noticias y ordenanzas de las autoridades. En las fiestas se
alumbraba con leña, cuatro luminarias en cada esquina de la plaza o parque, en las calles con faroles, no había
fluido eléctrico.
Aunque les parezca
mentira a esta generación, son tiempos para recordar