domingo, 21 de septiembre de 2008

Hacienda Colonial San Juan de la Punta

SAN JUAN DE LA PUNTA
El hoy centro poblado menor La Punta, comprensión de Saltur, allá por el Siglo XVI fue una de las dos más grandes haciendas azucareras de la época colonial en nuestra región. Por el año 1711 tenía una extensión de 433 fanegadas (aproximadamente 1300 hectáreas).que en su mayor parte la dedicaba al cultivo de la caña de azúcar .y otro tanto al cultivo de la lima, fruta que era empleada en la purificación de la miel para la elaboración del azúcar.Durante mucho tiempo estuvo asociada a Collique, ya que ambos territorios eran propiedad de la orden religiosa de los Jesuitas y por ello se le conocía como San Juan de la Punta y Collique. Esta hacienda tuvo gran trascendencia en la época colonial por la influencia que ejercía la Iglesia en el adoctrinamiento de la religión católica que se impartía a los indios que habitaban la comunidad indígena de Collique, que también fue unas de las seis comunidades más extensas de nuestra región a la llegada de los españoles. La hacienda La Punta, en el siglo XVI concentró gran cantidad de esclavos procedentes de África traídos por traficantes. Estas personas de color negro eran preferidos en las haciendas azucareras por su fortaleza física para el trabajo del cultivo de la caña y elaboración del azúcar y eran comprados a un precio de 400 pesos; la cantidad de esclavos era tan determinante en una hacienda que el valor de esta se calculaba multiplicando por 1000 el número de esclavos que esta tenía, a estas personas no se les pagaba jornal de trabajo, solo se le daba alimentos, ropa e instrucción espiritual. Un antiguo obrero de este lugar nos relata que los últimos descendientes de esclavos en esta hacienda, ya en libertad pero siempre sumisos a los señores Ibáñez se les reconocía por la ropa blanca que vestían y un pañuelo rojo con la que se envolvían al cuello, era su ropa de vestir de los días domingos, cuando estos salían a pasear.
Este antiguo pueblo de La Punta, aún guarda valiosa información histórica de la época colonial; en su templo en ruinas aún pueden observarse murales policromos así como frisos que adornaron esta gran edificación, antiguos pobladores nos relatan que en esta iglesia había un subterráneo que conducía a una casona donde residieron las hacendados, este sótano habría servido para dar castigo a los esclavos

Así mismo, nos informan que esta iglesia a fines de los años 50 aún conservaba parte del techo, y que el terremoto de mayo de 1970 terminó por hacerla caer
Este valioso patrimonio cultural aún no está perdido en su totalidad y debería solicitarse su protección y aprovecharse su ubicación para integrarse al circuito turístico el cual estaría conformado por el Complejo Arqueológico Saltur y por las Tumbas Reales de Sipán.
MEFG



LA LEYENDA DEL TORO QUE HABLÓ EN LA PUNTA

Cuentan los antiguos habitantes de La Punta que cuando eran niños, sus padres y abuelos los reunían por las noches para relatarles cuentos, historias y hazañas familiares las cuales les hacían sentir muy orgullosos; tirados en unos petates fuera de su quincha en la oscuridad de la noche que solo dejaba ver la infinidad de estrellas, atentos y en ocasiones inmóviles, temblorosos, casi mudos y acurrucados por terroríficos relatos, seguían muy atentos estas noches de cuentos, pero lo que más les impresionaba por la seriedad con la que relataban y poniendo a Dios por testigo, era lo que le sucedió a un esclavo de la hacienda que obedeciendo la orden de su patrón fue a sacar la yunta para arar un campo que tenía urgencia de sembrar, este obediente hombre a pesar que era día domingo y tenía que ir a misa, se dirigió hasta los animales que estaban atados descansando bajo la sombra de un frondoso algarrobo, del mismo que recogían sus frutos que caían, los soltó y empezó a jalarlos hasta el yugo y el pesado arado para dirigirse al terreno a trabajar, estos animales que siempre habían demostrado ser muy trabajadores, aquel día se resistían ir a trabajar, el esclavo molesto con los animales los empezó a golpear y sorprendentemente uno de los toros miró desafiante y le habló ¡Hoy día no!, ¡Mañana si!. El esclavo sorprendido y asustado corrió al patrón a contarle lo sucedido, este arrepentido de la orden que había dado, ordenó que los llevara a descansar y desde ese día se prohibió que los animales trabajaran el día domingo.
MEFG

1 comentario:

contra derecha dijo...

No es adhesión de saltur por ningún lado. Es mas, pertenecen a dos distritos totalmente diferentes en la actualidad.