domingo, 21 de septiembre de 2008




LA HACIENDA POMALCA CRECE A LO LARGO DE LA LÍNEA DEL FERROCARRIL

La llegada del ferrocarril a nuestra región produjo profundos cambios en la economía que por ese entonces desarrollaba la gran revolución industrial, revolución que benefició a los grandes capitalistas de la época entre ellos a los grandes hacendados quienes fueron los mas interesados en estas grandes líneas de transporte, pues ahora tenían la posibilidad de trasladar grandes cantidades de caña hacia sus fábricas así como llevar su azúcar en gran cantidad y mucho mas rápido que las torpes y lentas carretas tiradas por bueyes. La hacienda Pomalca de propiedad de la familia Gutiérrez Pestana, la hacienda Pucalá, propiedad de la familia Yzaga y los comerciantes señores de La Piedra se asociaron para la construcción de la línea del ferrocarril que partía de Pimentel, así como también para la construcción de los puentes de Saltur y Pucalá, esta obra quedó terminada el año 1920 cuando Saltur era un pequeño caserío, comprensión en ese entonces de la hacienda San Juan de la Punta de propiedad de la familia Ibáñez Burga que se dedicaba a la siembra de arroz, uva y otros pequeños cultivos. Esta gran obra de ingeniería despertó el interés por estas tierras a la familia comerciante De la Piedra del Castillo que era accionista mayoritario del ferrocarril y muelle de Pimentel y que también era proveedor de muchas herramientas, maquinarias y otros artículos a los hacendados Gutiérrez., quienes también habían contraído otras deudas, que no pudieron cancelarlas, situación que los obliga a ceder a las presiones de los señores comerciantes De la Piedra del Castillo y en mayo del año 1920 los hacendados Gutiérrez se ven obligados a vender la hacienda Pomalca, que por esos tiempos solo comprendía hasta Casa de Madera con solo 7500 hectáreas. De esta manera los señores De la Piedra se convierten en los nuevos dueños de Pomalca. A partir de entonces estos señores a través de la influencia del ferrocarril por las tierras donde atravesaba se convirtieron en abastecedores de insumos, herramientas y a la vez compradores de los productos de estas pequeñas haciendas que con el afán de crecer se comprometían con créditos sucesivos que les fueron difícil de cancelar y terminaron cediendo sus tierras como es el caso de Saltur que el año 1932 es tomada por deudas no canceladas, el mismo año compran La Calera; el año 1933 toman Samán, el año 1938 compran La Punta, el año 1943 anexan Sipán y La Concordia y en 1954 adquieren Pampagrande. Como podemos observar el ferrocarril se convirtió en gran un instrumento de poder en Pomalca que al final de la hacienda llegó a 143 549 hectáreas. omoerramientas y a la vez compa Así también, el ferrocarril llevó al desarrollo a las haciendas de toda la región, logro que ya lo habían tenido las ciudades de Chiclayo. Ferreñafe y Lambayeque, con el ferrocarril de Eten con el gran impulso a la industria y el comercio, tanto que, dejamos de ser provincia del departamento de la Libertad para convertirnos en departamento independiente. Este ferrocarril permitía llevar el azúcar de Pomalca y Pucalá hasta Pimentel que a través de su muelle era exportado vía marítima a Lima y otros puertos del mundo. Esta vía también era aprovechada para el transporte de pasajeros, y además era la única manera de viajar; detrás del ferrocarril iban de 3 a 4 vagones de madera con sus respectivos asientos por la que se pagaba 20 centavos por el pasaje hasta Chiclayo, y detrás continuaba el convoy de coches de carga. La hacienda extendió esta línea del ferrocarril hasta Pampagrande desde donde transportaba la caña hasta la fábrica ubicada en Pomalca, esta gran máquina que funcionaba a vapor de agua dejó de brindar servicio a la hacienda Pomalca el año 1964, cuando esta adquiere los trailers para el transporte de caña, pero el ferrocarril continuó hasta inicios del año 1970 transportando azúcar de Pucalá hasta Pimentel.

MEFG






EL PRIMER EQUIPO MECANIZADO DE RECOJO DE CAÑA

Era el año 1944, todos los campos de Saltur y Pomalca estaban sembrados de caña, al año siguiente se empieza a sembrar en Sipán, Pacherrez y Pampagrande . La preparación de las tierras se hacían con yuntas de los colonos unas 40 diariamente se hacían presente en los campos, con arados americanos ,cajón y lampones se surcaban las tierras, como la hacienda se extendía, los hacendados se vieron obligados a traer el año 1946 4 aradoras inglesas, que fue una gran novedad y eliminaron a las yuntas.
Las cosechas se hacían con gente serrana unos 70 se encargaban de cortarla y otros 30 de entre los mas robustos eran los cargueros, su tarea era llenar 2 carros del ferrocarril por día, obreros de hombros callosos las sacaban desde los cuarteles y las llevaban hacia los coches del ferrocarril que se adentraban a los cuarteles a través de las líneas portátiles que una cuadrilla de fornidos obreros las armaban, una vez llenos de caña y bien puestas entre los barrotes, estos coches de hierro eran remolcados por una yunta de bueyes hacia la línea firme donde esperaba la locomotora para trasladarla hacia la fabrica, unos 60 carros bien cargados jalaba el ferrocarril, eso si deberían estar bien puestas las cañas, ya que en ocasiones se volteaban al ser transportadas y los obreros responsables de este coche no recibían su pago; la dificultad que presentaba este trabajo por la altura del coche del ferrocarril el que tenía que necesitar de una escalera fue superada por la llegada del primer equipo mecanizado de recojo de caña en el año 1953 consistente en 8 tractores con 2 carretas cada una, 4 cargadores con arrumador y un winche con una gran pluma marca Thomson “Allis Chalmers” con poleas en la parte alta que era accionada por un equipo motorizado el que a través de cables levantaba el montón de caña que previamente era amarrada con el cable, esta labor se hacía con la ayuda de mulas que ayudaban a jalar una varilla llamada aguja que aseguraba el atado de cañas, cuando los cables levantaban el atado de cañas un obrero tenía que subir junto a esta para quitar la aguja que daba seguro y desatar las cañas que caían al coche del ferrocarril. Este winche recibía las cañas de las carretas, que las transportaban desde los cuarteles. Unos 120 carros diarios de caña eran transportados hacia la fábrica de Pomalca.
Esta labor con el winche llega a su fin el año 1957, año en que llega la primera pala hidráulica norwest, los tractores de oruga para el arrume de la caña y trailers con carretones .
De 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde era la jornada diaria incluidos los domingos, los días de descanso aquí eran los miércoles.
Doy fe de estos trabajos por que participé como controlador de semilla, sembrío de caña, también antes como guñan en yuntas, regador de caña, cortador de caña en cosecha, carrero, pase como tractorista, después fui ascendido, ya no participé en la modalidad de pala ni trylers, pero si fui testigo de estos cambios.


Santiago Delgado Sánchez

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